
El Oporto se marchó del Vicente Calderón con la sensación de haber dejado escapar con vida en su propia casa al Atlético de Madrid. Los rojiblancos volvieron a mostrar una vez más su peor versión. Esa en la que la defensa es un auténtico coladero y en la que hasta el delantero más flojo parece el mejor Ronaldo. Los portugueses se pudieron marchar de Madrid con la eliminatoria sentenciada e inexplicablemente no lo hicieron. Sólo Leo Franco y Forlán mantuvieron el tipo en un partido para olvidar.
Lisandro, Cristian Rodríguez y Hulk se pasearon por el césped del Calderón como si de un entrenamiento se tratase .
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